Aprovechar el poder de las intervenciones de ejercicio en el hogar
Palabras clave: calidad de vida, capacidad funcional, entrenamiento físico
¿Por qué es este estudio importante?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado recientemente que la COVID-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Esto, sin embargo, no significa el fin de la pandemia ni de sus consecuencias a corto y largo plazo. Los pacientes convalecientes de COVID-19 a menudo experimentan una gran variedad de problemas de salud, que incluyen intolerancia al esfuerzo, peor capacidad funcional y síntomas persistentes (p. ej., fatiga, debilidad muscular, mialgia y disnea) que afectan directamente su calidad de vida. De hecho, los efectos post-agudos del COVID-19 ya han revelado más de 200 síntomas y 50 condiciones de salud que comúnmente se desarrollan o persisten después de la infección por SARS-CoV-2 y que pueden durar varios meses (o incluso años, particularmente, en aquellos que tenido una enfermedad aguda grave/crítica). Según la literatura disponible, la prevalencia de esta afección varía ampliamente, oscilando entre aproximadamente el 10% y el 80% de quienes habían sido infectados (1). Aunque las cifras varían, según las mejores estimaciones, estamos hablando de millones de personas que padecen esta afección en todo el mundo. Por lo tanto, el síndrome post-COVID-19 sigue siendo un problema de salud pendiente que merece la atención adecuada.
El ejercicio ha sido considerado una “medicina” para un amplio espectro de enfermedades crónicas que, a pesar de su naturaleza distinta, comparten síntomas y manifestaciones similares (2). Los ejercicios de resistencia han obtenido un amplio reconocimiento por su eficacia para aumentar la masa, la fuerza y la funcionalidad del músculo esquelético, mientras que los ejercicios de resistencia son especialmente conocidos por mejorar la aptitud cardiorrespiratoria. También se ha demostrado que ambos tipos de ejercicio alivian la fatiga y el dolor corporal (p. ej., mialgia). Debido a las restricciones impuestas por la pandemia al acceso a los centros de ejercicio, el entrenamiento físico en el hogar surge como una alternativa prometedora. Teniendo en cuenta los efectos positivos sobre una multitud de resultados relacionados con la salud (incluida la calidad de vida), era razonable asumir un papel terapéutico para un programa de ejercicios en el hogar en el manejo del síndrome posterior a COVID-19. Este blog explorará esto más a fondo y se basa en un estudiar publicado recientemente en BJSM (3).
¿Cómo fue el estudio sobre esto?
Reclutamos a 50 supervivientes de COVID-19 grave/crítico (de acuerdo con la clasificación de gravedad de la OMS) y los dividimos aleatoriamente en dos grupos:
1) CONTROL (estándar de atención) y
2) HBET (entrenamiento físico en casa).
CONTROL recibió consejos generales sobre estilo de vida, mientras que HBET siguió un programa de capacitación semisupervisado de forma remota adaptado a cada paciente (según su estado funcional post-COVID – puntuación PCFS), además de la atención estándar. El programa de entrenamiento incluía ejercicios para realizar en casa utilizando el peso corporal o materiales domésticos, progresando a lo largo de las semanas en función de la capacidad individual y el esfuerzo percibido. Además del seguimiento online, los pacientes también recibieron material de apoyo, como tarjetas de ejercicios con instrucciones sobre cómo realizar correctamente cada ejercicio. Se evaluó la calidad de vida relacionada con la salud, la aptitud cardiorrespiratoria, la función pulmonar, la capacidad funcional, la composición corporal y los síntomas persistentes al inicio y después de 16 semanas.
¿Qué encontró el estudio?
Encontramos un efecto significativo de HBET en los dominios físicos de la calidad de vida relacionada con la salud, lo que refleja mejoras en la capacidad funcional y algunos síntomas persistentes (es decir, debilidad muscular y mialgia). Incluso considerando una adherencia subóptima (71,2%) a HBET, el análisis secundario (por protocolo) también reveló resultados positivos en otros resultados, como la aptitud cardiorrespiratoria, la composición corporal y la gravedad de la fatiga, lo que respalda aún más los beneficios de las intervenciones de ejercicio para estos pacientes. Por el contrario, no encontramos efectos significativos sobre ningún síntoma psicológico (p. ej., ansiedad y depresión), que especulamos se debe a la falta de contacto social en combinación con problemas ambientales (p. ej., realizar ejercicio en interiores).
¿Cuáles son los puntos clave para llevar a casa?
- Un programa individualizado de entrenamiento con ejercicios en el hogar es seguro y eficaz para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud, la capacidad funcional y los síntomas persistentes en pacientes que se recuperan de COVID-19 grave/crítico.
- Las intervenciones de ejercicio en el hogar surgen como una estrategia terapéutica no farmacológica barata y relativamente fácil de escalar para pacientes con síndrome post-COVID-19.
Autores: Ígor Longobardi,1 Bruno Gualano,1,2 Hamilton Roschel1,2
1 Grupo de Investigación en Fisiología Aplicada y Nutrición – Centro de Medicina del Estilo de Vida, Facultad de Medicina FMUSP, Universidad de São Paulo.
2 División de Reumatología, Hospital das Clínicas HCFMUSP, Facultad de Medicina, Universidad de São Paulo, São Paulo, SP, BR.
Conflicto de intereses: Los autores no declaran ningún conflicto de intereses, financiero o de otro tipo.
Referencias
- Chen C, Haupert SR, Zimmermann L, et al. Prevalencia global de la enfermedad poscoronavirus 2019 (COVID-19) o COVID prolongada: un metanálisis y una revisión sistemática. El Revista de enfermedades infecciosas. Publicado en línea por primera vez: 17 de abril de 2022 doi: 10.1093/infdis/jiac136
- Pedersen BK, Saltin B. El ejercicio como medicina: evidencia para prescribir el ejercicio como terapia en 26 enfermedades crónicas diferentes. Revista escandinava de medicina y ciencia en el deporte. Publicado en línea por primera vez: 26 de noviembre de 2015. doi: 10.1111/sms.12581
Longobardi I, Goessler K, de Oliveira Júnior GN, et al. Efectos de un programa de entrenamiento con ejercicios en el hogar de 16 semanas sobre la calidad de vida relacionada con la salud, la capacidad funcional y los síntomas persistentes en sobrevivientes de COVID-19 grave/crítico: un ensayo controlado aleatorio. Revista británica de medicina deportiva. Publicado en línea por primera vez: 10 de mayo de 2023. doi: 10.1136/bjsports-2022-106681