Resumen
Este editorial evalúa críticamente el estudio histórico de Tanaka y Yoshii, que demostró una tasa sindical del 100% con el manejo conservador de las fracturas de gancho de hamate, desafiando la preferencia histórica por la intervención quirúrgica. En contraste con Scheufle et alEl informe del 90% -100% de tasas de falla con enfoques quirúrgicos tempranos, el protocolo de Tanaka y Yoshii logró la curación universal a pesar de los diagnósticos retrasados en el 25% de los casos. El centro de este éxito es la integración sistemática de la tomografía computarizada de alta resolución para el diagnóstico temprano y el monitoreo dinámico de la regeneración ósea trabecular, reduciendo significativamente los diagnósticos perdidos y guiando plazos de inmovilización personalizados. La estrategia centrada en el paciente que mantiene la eliminación de la férula temporal durante la estabilidad de fractura equilibrada de actividades de bajo riesgo con preservación de la movilidad articular, evitando la rigidez posterior al tratamiento. Sin embargo, limitaciones como el tamaño de la muestra pequeña (norte = 16), sesgo de selección y datos funcionales a largo plazo insuficientes (p.ejfuerza de agarre, métricas de regreso al deporte) subrayan la necesidad de ensayos comparativos. Tendencias emergentes, incluidas terapias adjuntas como ultrasonido pulsado de baja intensidad y productos biológicos (p.ejla teriparatida) se proponen para acelerar la curación mientras minimiza los riesgos de inmovilización. Este trabajo redefine paradigmas conservadores de gestión de fracturas, enfatizando la innovación sin comprometer la eficacia. En general, esta evaluación profundiza nuestra comprensión de la gestión conservadora de las fracturas de gancho y proporciona información basada en la evidencia para mejorar la toma de decisiones clínicas.
Palabras clave: Fundir inmovilización; Tratamiento conservador; Diagnóstico temprano; Fractura de gancho; Rehabilitación.