El regreso al deporte al nivel previo a la lesión después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior está influenciado por el estado percibido de la rodilla y la preparación psicológica de los pacientes y no se correlaciona con la capacidad funcional.

Resumen

Objetivos: Los propósitos de este estudio fueron (1) evaluar prospectivamente los resultados clínicos y funcionales de los atletas después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA) hasta 12 meses después de la cirugía, (2) identificar las correlaciones entre las pruebas funcionales y subjetivas, y (3) determinar qué factores influyen en la capacidad de los pacientes para reanudar la práctica deportiva al nivel previo a la lesión.

Métodos: Los pacientes que se sometieron a reconstrucción del LCA utilizando un injerto autólogo doble de tendón de la corva fueron evaluados prospectivamente antes de la operación, 6 y 12 meses después de la cirugía utilizando la forma subjetiva de rodilla del Comité Internacional de Documentación de la Rodilla (IKDC), el nivel de actividad de Tegner y el ACL-Return to Sport after Injury (ACL). -RSI) escala. La capacidad de salto se evaluó instrumentalmente utilizando una batería de pruebas que incluían salto en cuclillas bipodálico (SJ), salto con contramovimiento bipodálico (CMJ), CMJ monopodálico y prueba de salto lateral monopodálico.

Resultados: Treinta y tres pacientes estuvieron disponibles para evaluación clínica a los 12 meses de seguimiento. La edad promedio fue de 34,0 años (DE 11,5, rango 19-50). La proporción hombre/mujer fue de 31:2. Las puntuaciones medias generales de IKDC y ACL-RSI aumentaron de 52,5 y 47,1 antes de la operación a 89,9 (DE: 12,2, rango 36,8-100) y 81,3 (DE 21,7, rango 10-98,3), respectivamente en el último seguimiento (p<0,001). ). Las pruebas de salto monopodálico mostraron mejoras en la evaluación a los 12 meses en comparación con el seguimiento a los 6 meses (p<0,01). No se informó una correlación estadísticamente significativa para el ACL-RSI y el índice de simetría de la extremidad en salto (LSI) (p=0,08 frente a CMJ; p=0,07 frente a la prueba de salto lateral). No se observaron diferencias en términos de salto LSI entre los pacientes que regresaron al nivel de actividad previo a la lesión y los que no (p=0,11 para CMJ, p=0,09 para la prueba de salto lateral). Se observó una puntuación IKDC significativamente mayor a los 6 meses en los pacientes que no regresaron a los niveles previos a la lesión (p = 0,009). Los pacientes que no regresaron a la actividad previa a la lesión reportaron puntuaciones más bajas en ACL-RSI a los 12 meses de seguimiento (p=0,007).

Conclusiones: Un año después de la reconstrucción del LCA, se observó una mejora en la capacidad de salto, mientras que a los 6 meses de seguimiento se observó una persistencia de asimetrías en las extremidades inferiores al realizar pruebas de salto. La capacidad de realizar saltos verticales no se vio influenciada por los resultados psicológicos 12 meses después de la cirugía. Los valores más altos de puntuación subjetiva de rodilla y preparación psicológica tuvieron una correlación débil con el regreso al deporte al nivel previo a la lesión, mientras que no se informó ninguna correlación con respecto al rendimiento en salto.

Palabras clave: reconstrucción del LCA; ACL-RSI; ligamento cruzado anterior; preparación psicológica; volver a los deportes; salto vertical.

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