Resumen
La reconstrucción del ligamento cruzado anterior es una de las cirugías ortopédicas de medicina deportiva más comunes. Su prevalencia en el ámbito de la medicina deportiva se corresponde con las numerosas opciones de diferentes técnicas. La principal de ellas es la selección del injerto, que comúnmente se divide en 1 de 4 opciones: autoinjerto de hueso-tendón rotuliano-hueso (BPTB), autoinjerto de tendón de la corva (HT), autoinjerto de tendón del cuádriceps y aloinjertos. Los aloinjertos más utilizados incluyen BPTB, HT, tendón tibial anterior o posterior y tendón de Aquiles. Cada opción de injerto posee ventajas y desventajas únicas. El autoinjerto BPTB demuestra la incorporación más rápida mediante la curación hueso a hueso. También produce una tasa de revisión más baja y una mayor tasa de regreso al deporte en comparación con HT. Sin embargo, debido a la morbilidad del sitio donante, puede ocurrir dolor en la parte anterior de la rodilla y dolor al arrodillarse. También existe un pequeño riesgo de fractura rotuliana y de rotura del tendón rotuliano. El autoinjerto HT requiere una incisión más pequeña que el BPTB y preserva el mecanismo extensor. Los pacientes corren el riesgo de sufrir debilidad en la flexión de la rodilla, lesión del nervio safeno y posible aflojamiento del injerto con el tiempo debido al ensanchamiento del túnel óseo. El autoinjerto del tendón del cuádriceps se puede obtener con técnicas mínimamente invasivas. Al igual que con la TH, la composición exclusivamente de tejidos blandos permite su uso en pacientes esqueléticamente inmaduros. Aunque los primeros estudios son prometedores, se ha documentado debilidad en la extensión de la rodilla y los resultados a largo plazo son menos claros. El aloinjerto no presenta morbilidad en el sitio donante y reduce el tiempo quirúrgico; sin embargo, los aloinjertos se asocian con la mayor tasa de fracaso en atletas jóvenes y una menor tasa de regreso al deporte en comparación con los autoinjertos. También incurren en un coste financiero mayor que los autoinjertos. Para dominar la reconstrucción del ligamento cruzado anterior, es importante que el cirujano de medicina deportiva conozca bien las diversas opciones de injertos y las poblaciones de pacientes ideales para quienes se utilizan mejor.