Resumen
Antecedentes: Las lesiones ipsilaterales del segundo ligamento cruzado anterior (ACL) son más comunes en los hombres en comparación con las hembras. Una re-ruptura de ACL puede implicar consecuencias tanto físicas como psicológicas para los pacientes, con informes de resultados objetivos y subjetivos más bajos después de una ruptura en comparación con la lesión de ACL primaria. Este estudio tuvo como objetivo explorar las experiencias de los hombres jóvenes de su primera lesión de LCA, reconstrucción y la posterior ruptura de la LCA.
Métodos: Dieciocho hombres (19-33 años) fueron entrevistados con entrevistas semiestructuradas, que fueron registradas, transcritas y analizadas con análisis de contenido cualitativo, basado en el método descrito por Graneheim y Lundman. El método involucra un proceso sistemático donde estaban involucrados tres autores. Las transcripciones de la entrevista fueron rojas varias veces, lo que significa que se identificaron unidades y se generaron códigos. Estos códigos se agruparon luego en subcategorías y se clasificaron aún más en las categorías principales. Los resultados se presentaron como una respuesta psicológica positiva o negativa a través de los cuatro dominios (cognición, afecto, comportamiento y resultado) utilizada en el modelo por la de Weise-Bnornsdal: cognición, afecto, comportamiento y resultado, es decir, «el modelo de respuesta psicológica».
Resultados: Quince categorías principales y 34 subcategorías surgieron los datos, presentados como 2 líneas de tiempo entre la «primera lesión de ACL» a la «re-ruptura de la ACL» y de la «repertura de la ACL» y en adelante. Las emociones positivas con la primera lesión de ACL fueron una alta motivación para regresar al deporte (RTS), una gran confianza en el proceso de recuperación y un gran sistema de apoyo de amigos y familiares. Negativamente, los pacientes expresaron sueños deportivos destrozados, trauma físico y mental que conducen a experiencias de pérdida de identidad y una sensación de soledad. Las experiencias positivas con la re-ruptura de ACL fueron la humildad y la alegría para otras formas de participación deportiva, como el entrenamiento y para que la actividad sea alegre en lugar de un rendimiento conectado. Negativamente, los pacientes buscaron respuestas, por ejemplo, si la cirugía y la rehabilitación se realizaron adecuadamente la primera vez, o si el resultado podría haber sido diferente con otro autoinjerto o si RTS se retrasó.
Conclusión: Después de la primera lesión de ACL, los pacientes enfrentaron predominantemente emociones negativas que cuestionaron su autoimagen. A pesar de varios desafíos, la motivación se mantuvo alta ya que el objetivo era RTS. Tras la ruptura de la LCA, los pacientes experimentaron un cambio en la perspectiva con la participación deportiva y una puerta que se abre a nuevas oportunidades en la vida, por ejemplo, el entrenamiento. Este inesperado giro de los eventos se convirtió en un catalizador para la exploración de diferentes aspectos de las emociones con el viaje de ACL, que incluía horizontes más amplios más allá de los confines del atletismo.
Número de ensayo clínico: No aplicable.
Palabras clave: Ligamento cruzado anterior; Entrevista; Investigación cualitativa; Rehacer; Rehabilitación; Volver al deporte; Segunda lesión de ACL.