Ese dolor molesto en su hombro, la sensación de clic o estallar, la sensación de debilidad cuando alcanza la cabeza, ¿suena familiar? Si bien el dolor en el hombro puede provenir de varios problemas, un culpable común, especialmente para los atletas y aquellos que realizan movimientos de sobrecarga repetitivos, es un Lágrima de bofetada.
Pero que exactamente es ¿Una lágrima de bofetada? No te preocupes, estamos aquí para desglosarlo.
Slap significa Labrum superior anterior a posterior. El labrum es un anillo de cartílago que rodea el glenoides, el zócalo de la articulación de su hombro. Piense en ello como un parachoques que ayuda a estabilizar la pelota (la cabeza de su húmero) dentro del enchufe. La parte «superior» se refiere a la parte superior de este labrum, y «anterior a posterior» indica que la rotura ocurre desde la parte delantera hasta la parte posterior de esta región superior.
Esencialmente, una rotura de bofetadas implica daños a este anillo de cartílago crucial donde se une el tendón bíceps (el tendón fuerte en la parte delantera de la parte superior del brazo). Nuestro bíceps es responsable de varias acciones y tareas que hacemos en la vida cotidiana, incluido levantar un galón de leche, recoger a nuestros hijos o animales y hacer rizos en el gimnasio.
¿Por qué sucede esto? El resumen de la investigación
La investigación ha identificado varios factores que pueden conducir a una rotura de bofetada:
- Actividades generales repetitivas: Este es un contribuyente importante, particularmente en deportes como el béisbol (especialmente el lanzamiento), el tenis (porción), el voleibol (pico) y el levantamiento de pesas. El estrés repetitivo y los movimientos contundentes pueden ejercer una tensión significativa en el labrum.
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- Trauma agudo: Una lesión repentina, como caer sobre un brazo extendido, un golpe directo al hombro o un tirón contundente repentino en el brazo, también puede causar una rotura.
- Levantamiento pesado: Técnicas de elevación inadecuadas o levantar pesas excesivamente pesadas pueden poner estrés indebido en la articulación del hombro y el labrum.
- Inestabilidad glenohumeral: Si la articulación del hombro ya es algo inestable, el labrum puede ser más susceptible al desgarro.
- Degeneración relacionada con la edad: Con el tiempo, el labrum puede desgastarse naturalmente, por lo que es más propenso a las lágrimas, incluso con un trauma menos significativo (4). Este estudio fue uno de los primeros en vincular las lesiones con bofetadas a los atletas que arrojan y sugirió un componente degenerativo.
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Reconociendo los signos: qué buscar
Los síntomas de una rotura de bofetada pueden variar, pero algunos indicadores comunes incluyen:
- Dolor en el hombro, a menudo descrito como profundo dentro de la articulación.
- Una sensación de captura, clic o estallar en el hombro.
- Una sensación de inestabilidad o aflojamiento en el hombro.
- Debilidad en el hombro y el brazo.
- Dolor al realizar actividades aéreas o alcanzar el cuerpo.
- Dificultad para dormir en el lado afectado.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden superponerse con otras afecciones del hombro, lo que hace que un diagnóstico preciso sea crucial. Asegúrese de chatear con un profesional de la salud de confianza si tiene más preguntas o inquietudes.
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Diagnóstico y tratamiento: volver al juego (o a la vida cotidiana)
El diagnóstico de una rotura de bofetada generalmente implica un examen físico completo por parte de un médico, incluidas pruebas específicas diseñadas para estresar el labrum. Los estudios de imagen, como una resonancia magnética (imagen de resonancia magnética) o un artrograma de resonancia magnética (donde se inyecta el colorante de contraste en la articulación), a menudo se usan para confirmar el diagnóstico y evaluar el alcance de la lágrima.
Las opciones de tratamiento dependen de la gravedad de la lágrima, el nivel de actividad del individuo y su salud general. (1)
- Tratamiento no quirúrgico: Para lágrimas menos graves o en individuos con niveles de actividad más bajos, se puede recomendar un tratamiento conservador. Esto puede incluir:
- Descansar: Evitar actividades que agraven el dolor
- Hielo: Manejo del dolor y gravedad de los síntomas
- Analgésico: Painadores de venta libre o recetados y medicamentos antiinflamatorios.
- Fisioterapia: Un programa de ejercicio personalizado para fortalecer los músculos circundantes, mejorar la estabilidad y restaurar el rango de movimiento. (2) (¡Más sobre ejercicios específicos que vienen!)
- Tratamiento quirúrgico: Si el tratamiento no quirúrgico no proporciona alivio, o para lágrimas más graves, puede ser necesaria una cirugía. La cirugía artroscópica es el enfoque más común, donde un cirujano inserta instrumentos pequeños y una cámara a través de pequeñas incisiones para reparar el labrum desgarrado. Esto a menudo implica volver a colocar el labrum hasta el hueso usando suturas y anclajes. (3) Las lágrimas de bofetada se reparan típicamente quirúrgicamente artroscópicamente y pueden tardar varias semanas o meses en sanar.
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Ejercicios de rehabilitación para una lágrima de bofetada
¡Todos sabemos que ‘el movimiento es una loción’, y recuperarse de una rotura de bofetadas no es una excepción!
Aquí hay algunos ejemplos generales de ejercicios que a menudo se incorporan, progresando en dificultad a medida que se recupera:
Fase temprana
El objetivo para el tratamiento de fase temprana es Dolor, reducción excesiva de inflamación y movimiento suave.
Ejercicios de péndulo: Inclínese hacia adelante ligeramente, permitiendo que su brazo colgue libremente. Batir suavemente el brazo en pequeños círculos (en sentido horario y en sentido antihorario), hacia adelante y hacia atrás, de lado a lado. Esto ayuda a mantener un rango de movimiento suave sin estresar la articulación.
Ejercicios isométricos (sub maximal y sin dolor): Estos implican contraer sus músculos sin mover su articulación. La isometría es una forma fantástica de ayudar a mitigar el dolor debido a su naturaleza analgésica. Los ejemplos incluyen:
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- Flexión del hombro isométrico: Presione su antebrazo suavemente en una pared frente a usted. Mantenga por unos segundos y relájese.
- Abducción de hombro isométrico: Presione el exterior de la parte superior del brazo suavemente en una pared a su lado. Mantenga por unos segundos y relájese.
- Rotación externa del hombro isométrico: Con el codo doblado a 90 grados y contra su lado, presione suavemente la parte posterior de su mano en una pared. Mantenga por unos segundos y relájese (¡vea el ejercicio a continuación!)
- Rotación interna del hombro isométrico: Con el codo doblado a 90 grados y contra su lado, presione suavemente la palma de su mano en una pared. Mantenga por unos segundos y relájese.
Fase intermedia
El objetivo de los ejercicios de fase intermedia es Aumento del rango de movimiento y fortalecimiento de la luz.
Rango de movimiento asistido por activo: Similar al rango de movimiento pasivo, pero inicia el movimiento con sus propios músculos y usa su brazo no afectado para su ayuda según sea necesario.
Rango de movimiento activo: Realización de movimientos como flexión hacia adelante, abducción, aducción, rotación externa y rotación interna utilizando solo sus propios músculos, dentro de un rango sin dolor.
Ejercicios de banda de resistencia (resistencia de la luz):
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- Rotación externa con banda: Sostenga una banda de resistencia con ambas manos, los codos doblados a 90 grados y contra los costados. Gire lentamente sus antebrazos hacia afuera, manteniendo los codos metidos.
- Rotación interna con banda: Anclar la banda de resistencia a un objeto estable. Mantenga el otro extremo con su brazo afectado, el codo se dobló a 90 grados y contra su lado. Lentamente tira de tu mano sobre tu cuerpo.
- Filas con banda: Asegure la banda alrededor de un objeto estable. Tire de la banda hacia tu cuerpo, apretando tus omóplatos.
Retracciones escapulares (omóplatos de compresión): Siéntese o párate alto y aprieta suavemente los omóplatos como si intentara pellizcar un lápiz entre ellos. Mantenga por unos segundos y relájese. Esto fortalece los músculos que estabilizan su omóplato.
Fase tardía
El objetivo de los ejercicios de fase tardía es Fortalecimiento progresivo y retorno a la función.
Ejercicios de peso libre (pesos ligeros, aumentando gradualmente): Ejercicios como filas de mancuernasrizos de bíceps, extensiones de tríceps, prensa de hombro (Comenzando con pesos muy livianos y enfocándose en la forma adecuada, evitando los movimientos aéreos inicialmente si causan dolor).
Ejercicios pliométricos (para atletas, según corresponda y guiado por un terapeuta): Ejercicios como flexiones de pared con un aplauso o Lanza de bola de medicina Para mejorar la potencia y la velocidad.
Ejercicios específicos del deporte (para atletas, bajo guía): Volviendo gradualmente a los movimientos específicos del deporte con una intensidad creciente. Para un lanzador de béisbol, esto podría implicar simulacros de lanzamiento de luz que aumentan progresivamente en la distancia y la velocidad.
Consideraciones importantes para los ejercicios:
- El dolor es tu guía: Nunca empuje a través de un dolor agudo o aumente. Se esperan algunas molestias leves, pero deténgase si el dolor se vuelve significativo.
- Forma adecuada: Concéntrese en realizar cada ejercicio con una técnica correcta para evitar más lesiones y maximizar la efectividad. Su fisioterapeuta lo guiará en forma adecuada.
- Progresión gradual: Aumente la intensidad, la duración y la resistencia de sus ejercicios gradualmente a medida que su hombro se cura y se fortalece.
- La consistencia es clave: Adhiera su programa de ejercicio prescrito para una recuperación óptima.
- ¡Escucha tu cuerpo! Preste atención a cualquier síntoma nuevo o que empeore y comuníquelos a su equipo de atención médica.
Pensamientos de cierre
Si experimenta dolor de hombro persistente y sospecha que podría ser una lágrima de bofetada, ¡no lo ignore! Buscar el diagnóstico temprano y el tratamiento apropiado pueden ayudarlo a volver a sus actividades favoritas y disfrutar de una vida sin dolor. Consulte con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y analice el mejor plan de tratamiento para usted.
¡El ejercicio es tu aliado! Los ejercicios de rehabilitación son una piedra angular de la recuperación, ya sea que se someta a una cirugía u opta por un tratamiento no quirúrgico. Un fisioterapeuta diseñará un programa específico adaptado a sus necesidades y etapa de curación.
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