Editor original – Riya Naval
Mayores contribuyentes – Riya Naval
Contenido
- 1. Introducción
- 2 Definición
- 3 Patogenia
- 4. La Ley de Wolff y su importancia en Fisioterapia
- 5 Referencias
Introducción
Julius Wolff, cirujano y anatomista alemán, desarrolló esta ley. Reconoció que nuestros huesos cambian constantemente. Al aplicarles estrés, los huesos se remodelan para adaptarse a las tensiones. Se puede utilizar un dicho famoso, «úsalo o piérdelo», para describir cómo crece y cambia el hueso con el tiempo en función de las tensiones o fuerzas que se le aplican.(1)
Definición
Se afirma que los huesos se adaptarán al grado de carga mecánica, de modo que un aumento de la carga hará que la arquitectura del hueso interno, esponjoso, se fortalezca, seguido por un fortalecimiento de la capa cortical. Además, una disminución de la tensión en el hueso hará que estas capas óseas se debiliten. La duración, la magnitud y la velocidad de las fuerzas aplicadas al hueso dictan cómo se altera la integridad del hueso.(2)
Patogénesis
La remodelación del hueso en respuesta a la carga ocurre a través de un sofisticado mecanismo de mecanotransducción. En este, las señales mecánicas se convierten a través de la señalización celular en respuestas bioquímicas que incluyen el acoplamiento mecano, el acoplamiento bioquímico, la transmisión de señales y la respuesta celular.(3)
La Ley de Wolff y su importancia en Fisioterapia
Es importante tener en cuenta la ley de Wolff cuando se trata de la recuperación después de una lesión y/o la prevención de lesiones y el ejercicio necesario para mantener una buena salud ósea.
El estrés controlado de nuestros huesos, en forma de ejercicio, es crucial para la curación y el fortalecimiento de los huesos. Esto es especialmente importante para la prevención y el tratamiento de enfermedades como la osteoporosis, la prevención de caídas, la mejora del equilibrio y la coordinación y después de una fractura.
Después de los 25 años, la pérdida ósea se produce de forma natural. Las mujeres pierden hasta el 50 % de la masa ósea a los 80 años y los hombres pierden alrededor del 18 %, lo que hace que las mujeres sean más propensas a la osteoporosis; el ejercicio ayuda a frenarla.
En caso de fractura, las tensiones controladas sobre los huesos conducirán a una mejor curación y fortalecimiento.
Un programa de ejercicios eficaz para la salud de los huesos incluye 30 minutos de actividad con pesas, cuatro o más días a la semana y ejercicios de entrenamiento de fuerza para cada grupo muscular principal al menos dos veces a la semana.
Algunos ejemplos de ejercicios con pesas incluyen:
- Caminar a paso ligero y hacer senderismo
- Trotar/correr
- Baile
- Saltar la cuerda
- Rayuela
- Tenis, bádminton, ping pong y pickleball
- Deportes de equipo, como baloncesto, fútbol y voleibol.
- Subir escaleras
Las actividades de mayor impacto, como trotar y saltar la cuerda, aumentan el peso sobre los huesos y proporcionan más beneficios de fortalecimiento óseo. (4)
Referencias
- ↑ Terapia de manos en Geelong: “Úsalo o piérdelo” – Ley de Wolff.
- ↑ Fisiología, remodelación ósea – Biblioteca Nacional de Medicina
- ↑ Mecanotransducción y respuesta funcional del hueso a la tensión mecánica
- ↑ OrthoInfo: “El ejercicio y la salud ósea”