Marcha de marcha preoperatoria y posoperatoria en mujeres con desgarros del labrum acetabular y síndrome de pinzamiento femoroacetabular

Reclutamos participantes de las prácticas ortopédicas de 2 cirujanos certificados por la junta (RD y SC). El período de inscripción en el estudio fue de 2 años y arrojó 43 candidatos elegibles para el reclutamiento. Treinta y tres personas se negaron a participar, lo que resultó en el grupo final FAIS de 10 (n = 5 por cirujano). Un participante con FAIS se mudó fuera del estado antes de la sesión de 6 meses, lo que resultó en 9 pacientes. Todos los pacientes con FAIS se habían sometido a un tratamiento conservador fallido que incluía al menos uno de los siguientes: modificación de la actividad, fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o inyecciones intraarticulares. Los criterios de inclusión del grupo FAIS fueron (1) un examen físico positivo para signos y síntomas de lesión del labrum (p. ej., signo de pinzamiento anterior positivo); (2) fracaso de las medidas conservadoras; (3) evidencia radiográfica de morfología de leva (n = 3; ángulo α >50° en radiografía lateral de rana o resonancia magnética), morfología de pinza (n = 5; borde central lateral >35°, inclinación acetabular <10°, o signos positivos de retroversión [crossover sign, ischial spine sign, posterior wall sign]), o morfologías de leva y pinza (n = 2); y (4) desgarro del labrum acetabular en la resonancia magnética que se confirmó durante la artroscopia. Los criterios de exclusión fueron síntomas bilaterales, disfunción del sistema endocrino, necrosis avascular o condrólisis, apariencia radiográfica de osteoartrosis o cualquier otra condición médica que pudiera afectar adversamente la marcha. A todos los pacientes con FAIS se les realizó artroscopia de cadera con técnica de 2 portales (anterolateral y medioanterior) y capsulotomía parcial en T. El labrum se reparó mediante anclaje de sutura y femoroplastia, acetabuloplastia o ambas según la morfología individual. Todos los participantes completaron programas de fisioterapia individualizados de su elección, que concluyeron alrededor de los 6 meses posteriores a la operación, y luego fueron autorizados para comenzar a trotar a nivel del suelo. No fue posible estandarizar la fisioterapia posoperatoria debido al seguro y otras barreras logísticas. Los participantes fueron reclutados para el grupo de control de la misma edad (n = 9) de la comunidad local y se les negaron antecedentes de cirugía o lesión significativa en las extremidades inferiores. Antes del estudio, todos los participantes dieron su consentimiento informado por escrito y el estudio fue aprobado por el Programa de Estudios Humanos, Oficina de Cumplimiento de la Investigación, Universidad de Hawai’i en Manoa.

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